Por Carlos Del Frade / 24 de Mayo de 2013
EL ASESINO DE HAROLDO CONTI Y LA BARRICK GOLD
CONTINUIDADES
Rubén Osvaldo Bufano, ex integrante del
Batallón 601, fue detenido por su participación
en el secuestro y desaparición del escritor
Haroldo Conti, en la madrugada del 5 de mayo de
1976; y en la llamada Masacre de Fátima,
producida el 20 de agosto del 76, cuando 30
personas alojadas en la Superintendencia de
Seguridad Social de la Policía Federal fueron
trasladadas y fusiladas a la vera de la Ruta 8,
en un paraje conocido como Fátima, en Pilar,
provincia de Buenos Aires. Bufano coordinaba la
seguridad privada en el yacimiento Veladero, en
San Juan, perteneciente a la cuestionada firma
Barrick Gold. Reproducimos la crónica original
del periodista Carlos del Frade, con la primer
denuncia sobre la presencia del represor en la
seguridad de la empresa.
DE LA REPRESIÓN A LA SEGURIDAD PRIVADA
Rubén Osvaldo Bufano, ex integrante del
Batallón 601 y acusado de ser uno de los
responsables del secuestro y desaparición del
escritor Haroldo Conti, coordinó las tareas de
la seguridad privada de la Barrick Gold en el
yacimiento Veladero, en la provincia de San
Juan, a partir de 2006, confirmaron fuentes
sindicales y profesionales de aquella capital
cuyana. Hoy, el ahora empresario del rubro
intenta obtener una cátedra sobre "inteligencia
y seguridad" en la Universidad Católica de San
Juan, según confiaron militantes de Derechos
Humanos.
El reciclaje de Bufano, también acusado de haber
participado en la llamada Masacre de Fátima, en
Pilar, provincia de Buenos Aires, se inscribe en
la lógica de la policía particular de la
multinacional minera que, en estos días, volvió
a ser denunciada por "perseguir" y "escuchar los
llamados telefónicos" de los ambientalistas de
la Unión de Asambleas Ciudadanas.
Ramón Gómez Medero, integrante de la Unión de
Asambleas Ambientales de San Juan, sostiene que
"la cuestión de la policía privada de la Barrick
es un secreto que circula. En realidad, la mano
de obra barata y sucia que trabaja para la
empresa es la mismísima policía provincial. Pero
el trabajo de seguimiento, las escuchas y las
amenazas contra nosotros proviene de este tipo
de expertos". Agrega que, cuando se hacían las
movilizaciones en contra de las mineras a cielo
abierto, Barrick tenía su oficina en pleno
centro sanjuanino. "Desde allí hemos visto
personas muy altas y rubias que no eran de acá y
que formaban parte de esa seguridad privada. Los
informes que nosotros tenemos nos dicen que se
trata de hombres que formaron parte de
conflictos bélicos internacionales, más
precisamente que estuvieron en la guerra de
Irak. Parece una película de ciencia ficción
pero no lo es", dice Ramón.
Gómez Medero explica que "el llamado D-2 de la
policía provincial le sirve a la minera, es
decir que la seguridad pública está al servicio
de la transnacional, pero este es un esquema que
no sólo se da en San Juan, sino también en
Catamarca, Chile y Perú donde recientemente se
hizo una película al respecto que se llama
Operación Diablo".
Para el militante, fundador de la Asamblea
Permanente por los Derechos Humanos de la
capital cuyana, Eloy Camus, también autor del
libro Historia de víctimas del terrorismo de
Estado. San Juan, Argentina, Bufano llegó a la
ciudad de la mano de Jorge Escobar, "el Fujimori
de Menem, empresario exitoso que iba a generar
un buen gobierno. En ese momento junto a un cabo
del Ejército, Obredor, Bufano fundó OVYS y con
esta empresa de seguridad empezaron a recibir
los beneficios del gobierno de Escobar, que le
daba a proteger las empresas del Estado, las
privatizadas y de algunos sanatorios, como ADOS,
entre otros establecimientos. Bufano está
apañado por ese poder menemista que existe
todavía en San Juan".
Y agrega que Bufano "camina libremente por las
calles de San Juan como si fuera un señorón a
pesar de que muchos sabemos de su pasado. Por
eso es fundamental seguir profundizando la
democracia para perder el miedo y recuperar
nuestra dignidad. No es casualidad que se
reciclen represores para reciclar aparatos
represivos. Es vital seguir adelante con la
reconstrucción de la memoria y también es
necesario poner en cuestionamiento al poder
judicial que se hace el bobo ante estas
situaciones impunidad".
La presencia de Bufano en los planteles de
seguridad privada de la Barrick reactualiza la
historia de La Forestal, otra transnacional
dedicada a la explotación de los recursos
naturales, que durante los años veinte del siglo
pasado armó a su propia policía, la "gendarmería
volante", también llamada "Los Cardenales", con
el apoyo del gobierno de Santa Fe.
La Barrick tiene el nombre comercial de Minera
Argentina Gold. En 2009 facturó 2200 millones de
pesos, a razón de $ 4243 por minuto, colocándose
en el puesto 71 entre las 1000 empresas que más
venden en el país.
EL SECUESTRO DE CONTI
En el informe Nunca Más, de la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas, se
lee parte del legajo 77 que refiere a la
detención de Haroldo Pedro Conti, autor de
Sudeste, En vida, Alrededor de la jaula y la
célebre Mascaró. El 4 de mayo de 1976 "fue
aprehendido cuando retornaba a su domicilio de
Capital Federal a medianoche, junto a su
compañera Marta Beatriz Scavac Bonavetti y el
bebé de ambos.
Allí tenía que aguardarlos un amigo. Al arribar
a la vivienda, el amigo se encontraba ya
maniatado, había un grupo de individuos vestidos
de civil, quienes golpearon brutalmente a la
pareja y la encerraron allí mismo, mientras se
peleaban por el reparto del botín: los sueldos
de ambos, percibidos esa mañana, efectos
patrimoniales de toda naturaleza, dejando
escasamente los muebles de gran tamaño. Robaron
los originales de todas las obras de Conti y
documentación personal", sostiene el documento.
Más adelante, el informe expresa que "los
diarios de fecha 13 de noviembre de 1982 dieron
cuenta de la detención, en la ciudad de Ginebra,
Suiza, de tres argentinos, quienes declararon
pertenecer a grupos secretos de represión
política, autores de secuestros extorsivos cuyos
rescates cobrarían en aquel país donde
resultaron aprehendidos y que manifestaron estar
en condiciones de proveer información sobre el
destino de Conti".
En base a las fotografías "difundidas en su
momento de los individuos detenidos en Suiza (Bufano,
Martínez y otros), la señora Scavac reconoció
que el "amigo" que se hallaba en el domicilio
antes de que llegaran las fuerzas que capturaron
a Conti y que decía llamarse Juan Carlos Fabiani
(quien había concurrido a casa de Conti una
semana antes del secuestro solicitando asilo por
sentirse perseguido por la policía a causa de su
militancia política), era el detenido Rubén
Osvaldo Bufano -perteneciente, según sus
declaraciones, al Batallón 601 del Ejército-.
Los hijos de Conti -Marcelo Haroldo y Alejandra-
del primer matrimonio, también reconocieron
dichas fotografías, ya en sede judicial, como
pertenecientes al "amigo" a quien veían en la
casa de su padre cuando le efectuaba visitas.
"En seguridad y en inteligencia, a mí el
Ejército argentino me formó muy bien. Yo le debo
todo lo que sé, le debo toda mi vida. Renegar de
ese pasado sería renegar de mi vida", dijo Rubén
Osvaldo Bufano al Diario de Cuyo, el jueves 22
de agosto de 1996.
Aquella declaración fue consecuencia de la
denuncia que hiciera el entonces diputado
nacional por el socialismo, Alfredo Bravo, sobre
la actividad del represor en democracia a través
de su empresa Oeste, Vigilancia y Seguridad (OVYS)
que prestaba sus servicios a la Asociación de
Obras Sociales (ADOS) y a Edessa, la firma que
se había quedado con la privatización del
suministro de electricidad en la provincia de
San Juan en tiempos del gobierno de Jorge
Escobar.
"Bufano fue la cara visible de la empresa OVYS
en los '90. Esa firma custodió el sanatorio
Almirante Brown el día que la psicóloga María
Rosa Pacheco de Balamaceda fue vista por última
vez. Ella desapareció el 2 de junio de 1996",
escribió el periodista Daniel Tejada en el
Diario de Cuyo. Dos meses después, llegó el
repudio público de Bravo a la presencia de
Bufano.
El 24 de junio de 2004, la cara del secuestrador
volvió a aparecer en el diario. Se pedía su
captura como presunto partícipe de la llamada
Masacre de Fátima, producida el 20 de agosto de
1976, cuando 30 personas alojadas en la
Superintendencia de Seguridad Social de la
Policía Federal fueron trasladadas en camiones y
en un punto de la Ruta 8, a la altura del
kilómetro 62, en un paraje conocido como Fátima,
en el partido bonaerense de Pilar, las
fusilaron. El caso estaba siendo investigado por
el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. En
junio de 2004, entonces, ordenó la detención del
agente del 601. Pero la causa tampoco prosperó.
EL PRESENTE DORADO
Por vericuetos judiciales, Bufano gambeteó
la causa, siguió en libertad y de regreso a San
Juan encontró un buen puesto laboral: se
convirtió, a través de la empresa Custo, en uno
de los responsables de la seguridad privada de
la Barrick Gold, que en octubre de 2005 había
iniciado la explotación del yacimiento de oro,
plata y cobre de Veladero, a 4000 metros de
altura.
El dato fue confirmado por dirigentes de la
Asociación Obrera Minera de la Argentina,
delegación San Juan y por profesionales de la
ciudad y la región del noroeste argentino.
Tres empresas de seguridad privada son las que
prestaron sus servicios a la poderosa Barrick:
Custo, Prosegur y la actual El Guardián, a cargo
del ex policía provincial Raúl Morán.
"Custo era una empresa que decía venir de Suiza.
Allí, una de las personas que manejaba todo era
Bufano. Lo conozco muy bien", dijo un dirigente
de la Asociación Obrera Minera de San Juan a
este cronista. Para cerciorarse del dato llamó a
otro ex integrante de una fuerza de seguridad,
también vinculado a la seguridad privada de la
minera canadiense.
Y es curioso, porque Bufano estaba en Suiza
cuando fue detenido en 1982 y donde otros
sobrevivientes de la dictadura también lo
reconocieron como un infiltrado en distintas
organizaciones políticas que trabajan desde el
exilio.
Profesionales que hoy trabajan en la capital
sanjuanina y en el noroeste argentino
reconocieron al imputado de haber participado en
el secuestro de Haroldo Conti como uno de los
principales coordinadores de la seguridad
privada de la Barrick en el yacimiento de
Veladero.
Según el ex legislador provincial Diego Seguí,
"cuando cualquiera quiere ir por el camino
minero, o la llamada servidumbre minera, no lo
puede hacer, porque la empresa de seguridad
privada de la Barrick impide el paso. Viene una
requisa minuciosa y sólo se puede pasar si la
autorización proviene de la empresa cuya sede no
está en el cerro sino en la ciudad capital a
casi 150 kilómetros de distancia. Ese es un
camino provincial pero el control lo tiene la
empresa."
Agrega que durante 2009 se llevó adelante una
causa judicial que investigaba el origen de
camionetas 4x4 que se vendían en Mendoza a
precios extraños. "En realidad se trataba de
vehículos robados, reducidos y que luego se
rearmaban para ser vendidos en la provincia
vecina. La investigación determinó que el origen
de este material era el yacimiento de Veladero.
Pero la justicia no llegó a nada, porque cuando
la jueza que llevaba adelante la investigación
quiso acceder al establecimiento, la seguridad
privada de la firma no la dejó entrar. Es decir,
un poder por encima de la propia justicia
provincial. Fue un escándalo, pero no pasó más
nada", agregó Seguí.
El periodista del diario Huarpe, Ernesto Simón,
dice que no se sorprendería si reaparece Bufano
como jefe de seguridad de la Barrick. "Recuerdo
que Bufano era propietario de dos estaciones de
servicio Raza, en pleno centro sanjuanino.
También es conocida su participación en los
sucesos relacionados con la desaparición de la
psicóloga Pacheco. El problema es que Bufano
actúa detrás de alguna otra persona, porque sabe
que su pasado se conoce. Debe andar bien
camuflado", apunta.
La jueza de ejecución penal de la provincia,
Margarita Camus, integrante del Centro de
Estudios Legales y Sociales, señala: "Hace más
de cuatro años que pedí informes sobre las
causas judiciales que lo involucran a Bufano y
para mi sorpresa saltó que la orden de detención
que se había librado en su contra estaba sin
efecto".
Dice que el reciclaje de Bufano se dio a través
de la agencia de seguridad OVYS, la protección
de los sanatorios y clínicas como ADOS y que su
nombre volvió a estar sobre el tapete con la
desaparición de la psicóloga Pacheco. "Una mujer
que trabaja con chicos que sabían del negocio
del narcotráfico acá en San Juan. Bufano fue
investigado, la causa quedó en nada y realmente
tuvo ribetes escandalosos. Lo que tiene que
quedar claro es que toda esta gente siguió
haciendo lo que hacía antes. Ninguno de ellos se
puso un comedor", ironiza Camus.
Mientras la minera factura más de 4200 pesos por
minuto, Bufano, experto en seguridad e
inteligencia, camina con tranquilidad por las
calles céntricas de San Juan. Sabe que la
multinacional está custodiada por expertos muy
parecidos a él mismo.
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Imagen: Carina Barbuscia sobre fotos de
memoria.telam.com.ar y Barrick (página oficial)
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