Por Pablo Álvarez / 28 de Junio de 2013
JUEVES EN LA PLAZA
EL RÍO SIN ORILLAS
Hace apenas unos días, el 14 de junio, falleció
la Psicóloga y militante rosarina Mara Ferrer.
Compañera de las Madres de Plaza 25 de Mayo y de
los pueblos latinoamericanos que, entre la
sangre y las venas abiertas, nunca dejan de
nacer. Desde su profesión de Psicóloga, desde la
Multisectorial de Solidaridad con Cuba, desde
los diferentes espacios rebeldes, Mara supo
abrir y transitar los caminos de la vida
repartiendo luz y conocimiento. Quienes la
conocieron saben de su profundo amor por la
revolución y la historia del pueblo cubano, y
saben también de su enorme trabajo para difundir
y apoyar sus luchas inclaudicables. Por eso
elegimos evocarla con el relato yoruba que aquí
compartimos: un fragmento de la Película cubana
"Guantanamera", de Tomás Gutiérrez Alea y Juan
Carlos Tabío. En el audio extraído del film, la
voz del actor José Antonio Rodríguez relata la
leyenda de Olofin, Ikú, el río sin orillas y la
inmortalidad.
Audio: José Antonio Rodríguez - Olofin, Ikú y
la inmortalidad.
Hace casi una década, en marzo de 2004, cuando
nació en forma de revista el proyecto Alapalabra,
Mara Ferrer fue la encargada, en casi todos sus
primeros números, de escribir el editorial junto
a nuestras Madres. Compañera de la ronda que no
es tan ronda, porque marcha girando, Mara formó
parte del inagotable espacio que las Madres
abren cada jueves en la Plaza 25 de Mayo.
A principios de los años 90 tuvimos oportunidad
de conocerla y de tenerla como referencia,
cuando siendo un pequeño grupo de estudiantes de
comunicación social organizábamos un viaje a
Cuba, para participar del encuentro Mundial de
Solidaridad que se realizó en La Habana, en
noviembre de 1994.
Mara fue en nuestra ciudad una de las
principales impulsoras y fundadoras de la
Multisectorial de Solidaridad con Cuba, y no es
casual que en su casa se hayan hospedado
importantes referentes políticos y culturales
que desde la isla visitaron Rosario para contar
sus experiencias.
Aleida Guevara, una de las hijas del Comandante
Che Guevara, fue una de ellas.
"Tampoco es casual -nos señala Silvia Fernández
León, concejala rosarina con mandato cumplido-
que Mara haya partido un 14 de Junio, día del
aniversario del nacimiento de Ernesto Guevara.
Es todo un símbolo, cuenta Silvia, y agrega que
pocas personas como Mara mostraron un compromiso
en el que la palabra y la acción no iban por
caminos contrapuestos".
Su aporte no se reducía a un simple rol de
anfitriona, sino que iba más allá, dando
difusión y organizando las distintas actividades
que esos compañeros latinoamericanos venían a
desarrollar en nuestra ciudad. Esas
características eran precisamente las que
motivaran que fuera convocada para promover y
difundir campañas de vacunación y de
alfabetización, como el programa cubano "Yo sí
puedo", aportando información sobre los mismos.
Hace unos días Mara partió, casi en silencio.
Pero la inesperada noticia no se llevó la
certeza de que seguirá presente.
Porque su vida forma parte del futuro, en el
cual siempre puso el compromiso y el cuerpo.