Por Espacio Juicio y
Castigo / 24 de
Marzo de 2015
24 DE MARZO DE 1976
/ 2015
39 AÑOS DEL GOLPE
GENOCIDA CÍVICO Y
MILITAR
Como
cada año para esta
fecha, nos
encontramos en este
Monumento para
homenajear la lucha
de los treinta mil
desaparecidos, a
quienes
reivindicamos como
parte de una
generación que se
organizó
políticamente para
transformar la
realidad desde la
defensa de los
intereses de las
mayorías populares.
Una generación que
asumió la
militancia, la
solidaridad y el
amor hacia los más
débiles como una
forma de vida; que
no nació de la nada
sino que se
reconoció en una
larga tradición de
lucha que se remonta
a los tiempos de la
emancipación
nacional; que peleó
por un país sin
pobreza, al servicio
de los trabajadores
y el pueblo, por una
patria liberada del
imperialismo y sus
lacayos internos.
Compartimos el texto
completo leído en el
acto central.
El 24 de Marzo de
1976 marcó un punto
de inflexión en la
sociedad argentina.
Interrumpió y
fracturó la valiosa
trama social,
política y cultural
que existía hasta
ese momento, y que
había resistido los
intentos de hacer
retroceder a los
trabajadores y al
pueblo, en general,
en sus conquistas
sociales y
políticas, obtenidas
fundamentalmente
durante el primer
gobierno peronista;
una resistencia
popular que impedía
la restauración del
proyecto
agroexportador,
requerido por el
imperialismo y
sostenido por las
oligarquías nativas
para esta parte del
continente.
A fines de los años
sesenta y principios
de los setenta, se
vivía en la
Argentina una gran
vitalidad política,
con una
extraordinaria
multiplicación de la
organización y
participación
popular, pese al
contexto de
permanentes golpes
de Estado, con sus
secuelas de muerte,
torturas y cárceles.
Argentina no estaba
ajena a los procesos
de liberación en
América Latina. Es
por esa razón que
los aliados internos
del imperialismo en
cada país de nuestro
continente aplicaron
la misma estrategia
represiva.
Utilizaron los
ejércitos locales,
formados estos en la
escuela francesa con
la ayuda y la
logística del
ejército
norteamericano.
El golpe de estado
del 24 de marzo del
76 fue el golpe más
siniestro y
sangriento que
sufrió nuestro país.
Con una violencia y
ferocidad que superó
cualquier
experiencia
anterior, pusieron
en práctica las
formas más perversas
de represión con la
aparición de centros
clandestinos de
detención, las
desapariciones de
los compañeros, la
apropiación de los
bebés y el robo de
los bienes de los
detenidos como
"botín de guerra".
Las víctimas eran
obreros,
combatientes
políticos,
estudiantes,
militantes sociales,
religiosos,
cooperativistas,
gremialistas, en
suma, cualquier
persona que
significara una
resistencia al
proyecto que
pretendían
instaurar.
El terrorismo de
Estado apuntó a
eliminar esa
resistencia y a
instalar el terror
generalizado en la
sociedad, para que
esta se paralice, y
así aplicar su plan
económico
neoliberal. La
dictadura destruyó
industrias y provocó
despidos masivos,
multiplicó
geométricamente la
deuda externa
transformando la
economía nacional en
una economía
dependiente. No
olvidamos que lo
único que
estatizaron los
privatizadores de
Cavallo y Martínez
de Hoz fue la deuda
contraída en el
exterior por las
grandes empresas.
Los golpes de Estado
en América Latina
fueron también la
respuesta a la
experiencia
realizada por la
Revolución Cubana y
a la lucha por la
liberación de
distintos países en
el tercer mundo. La
dependencia
económica trajo
consigo a la
dependencia cultural
y política.
Nuestro país fue
sometido a la peor
supresión de
libertad de prensa.
En ese momento se
crearon las
condiciones para el
desarrollo de los
medios periodísticos
hoy hegemónicos. Los
grandes grupos de
medios, televisión y
radio, defendieron
permanentemente las
ideas e intereses
del poder
empresarial
concentrado, que
estuvo acompañado
por el poder
eclesial, judicial,
sectores políticos y
sindicales.
En los últimos años
se reiniciaron los
juicios a los
genocidas, muchos de
ellos hoy están
presos y condenados,
pero demasiados
continúan procesados
o sin sentencia
firme con el peligro
latente de que pasen
los años y sean
dejados en libertad.
Aquí debe
mencionarse la
complicidad de la
justicia que opera
al servicio de la
impunidad y que se
resiste a ponerse al
servicio de las
mayorías y a
democratizarse. No
nos olvidamos que
muchos represores
continúan prófugos,
entre ellos muchos
civiles. Ese
comportamiento del
poder judicial se
potencia cuando los
acusados son los
grandes empresarios
beneficiarios de la
dictadura, de
apellidos como
Blaquier, Herrera de
Noble, Mitre,
Magnetto o Massot.
Sabemos que falta
mucha justicia por
conquistar, pero
seguimos en el
camino de exigir a
los jueces y a las
instituciones que
corresponda, que
cumplan con su
deber.
En nuestro país
tenemos la
satisfacción de ser
el primero en el
mundo en juzgar un
genocidio dentro de
sus fronteras y
frente a jueces
naturales, acorde al
debido proceso. La
lucha llevada
adelante por los
organismos de
derechos humanos y
las organizaciones
que se fueron
sumando a través de
los años logró una
vez más imponer la
voluntad popular,
demostrando que el
pueblo unido y
participando
construye las
herramientas para
que esta democracia
se profundice cada
vez más.
Gracias a esa lucha,
a lo largo de esta
etapa conquistada a
partir de la
derogación de las
leyes de impunidad y
los indultos, 970
represores de la
dictadura ha sido
detenidos; 563
condenados; 889
procesados; han
habido 136
sentencias por
delitos de lesa
humanidad en todo el
país, 15 en la
provincia de Santa
Fe, 6 en Rosario.
Pero tenemos una
larga lista de
reclamos para esa
Justicia.
Reclamamos la
urgente aceleración
de las causas y que
éstas sean
unificadas para que
los compañeros
sobrevivientes no
sean sometidos
decenas de veces a
revivir el horror.
También debemos
señalar, como lo
hicimos el año
pasado, el
comportamiento
cómplice de algunos
magistrados como el
juez Carlos
Villafuerte Ruzzo
que demora los
juicios y ampara a
represores como
Víctor Chuly
Rodríguez, a quien
en vez de enviar a
la cárcel permite
viajar para hacer un
Cruce de los Andes
donde mancilla la
bandera nacional y
la imagen del
general San Martín.
En las próximas
semanas comenzará el
juicio oral y
público por los
secuestros de los
compañeros Osvaldo
Cambiaso y Eduardo
Pereyra Rossi, del
cual Chuly Rodríguez
zafará por ahora
gracias a los
favores de
Villafuerte Ruzo.
Por eso hoy volvemos
a insistir con su
juicio político y
destitución.
Cada 24 de marzo
queremos recordar a
aquellos compañeros
que formaron parte
de esta lucha y que
hoy están en nuestra
memoria. Queremos
recordar
especialmente a los
testigos Jorge Julio
López y Silvia Suppo,
para quienes no
dejaremos jamás de
reclamar justicia
por su desaparición
y asesinato.
Por estos días se
encuentra en su
etapa final el
juicio por el
asesinato Silvia
Suppo, la testigo de
la causa Brusa. Y
aquí queremos ser
contundentes para
expresar nuestro
completo respaldo al
reclamo de los
compañeros del
espacio Verdad y
Justicia por Silvia
Suppo, quienes
demandan un juicio
en el que se
investigue el hecho
como un crimen
político, y no como
un homicidio
cometido en medio de
un mero robo común
como el que se está
realizando.
El genocidio fue
social, político,
cultural y
económico. Por eso
apoyamos el reclamo
en ese sentido
realizado por los
socios de la
Biblioteca
Constancio C Vigil,
quienes exigen que
sean juzgados los
delitos cometidos
contra esa popular
institución saqueada
por la dictadura.
Durante décadas los
juzgados han
desconocido que los
delitos cometidos
por los represores
del terrorismo de
Estado contra los
colimbas y soldados
de Malvinas son
crímenes de lesa
humanidad.
Recientemente en un
fallo vergonzoso, la
Corte Suprema de la
Nación rechazó el
reclamo de los
excombatientes para
que esos delitos
sean declarados
imprescriptibles.
Queremos remarcar la
importancia de que
los juzgados no
invisibilicen los
delitos sexuales
cometidos contra
detenidas y
detenidos políticos.
En esa misma
dirección
acompañamos el
reclamo para
denunciar el
especial
ensañamiento de los
genocidas con los
militantes de la
comunidad LGTB. En
numerosos
testimonios surgidos
a lo largo de los
juicios a los
represores, aparecen
manifestadas esas
situaciones, del
mismo modo que
ocurrió con aquellas
personas
pertenecientes a la
colectividad judía,
o a los Testigos de
Jeová por dar otro
ejemplo.
La dictadura fue
militar, pero
también civil y
clerical.
Fue un plan genocida
dirigido hacia el
conjunto de la
sociedad, que para
imponerse se propuso
como objetivo
militar primordial
eliminar a las
organizaciones
gremiales, políticas
y sociales. Los
desaparecidos en su
amplia mayoría
pertenecían a
movimientos,
sindicatos, partidos
y agrupaciones. Por
esa misma razón
reivindicamos e
impulsamos la
participación y la
militancia como
herramienta para
producir los
necesarios cambios
sociales. Desde esa
convicción, no
podemos dejar de
sentir como propia
la pérdida de cada
militante social
como ocurrió con
Jere, Patom y Mono
del Frente Darío
Santillán (cuyo
juicio ejemplar
celebramos junto a
sus compañeros); o
Mercedes Delgado, de
las comunidades
eclesiales de base
del barrio Ludueña,
para quien exigimos
Justicia. Del mismo
modo nos
pronunciamos ante
las amenazas e
intimidaciones a los
integrantes de
organizaciones
territoriales como
los compañeros del
centro cultural
Comunidad Rebelde de
Villa Banana.
En este contexto
reiteramos la
especial
preocupación que
genera el
crecimiento de la
violencia, vinculada
al fenómeno de la
narcocriminalidad y
sus vínculos con las
fuerzas policiales,
que expone la vida
de aquellos que
ponen el cuerpo allí
donde el Estado no
está presente. Así
como nos alarman las
propuestas de los
sectores que
reclaman mano dura,
o que impulsan la
represión y
persecución contra
las organizaciones
populares; que
tienen como
contracara
linchamientos como
el de David Moreira
o hechos de
violencia
institucional, como
la desaparición y
muerte del joven
Franco Casco en la
comisaría séptima de
Rosario.
El sueño de los
primeros hombres y
mujeres que lucharon
por una patria
grande, unida y
antimperialista,
como San Martín,
Bolivar y Artigas,
levantado como
bandera por tantas
generaciones a
través de nuestra
historia, ha vuelto
a revivir en esta
última década en
nuestros países. Los
importantes avances
y conquistas
obtenidos a lo largo
y ancho del
subcontinente, no
pueden entenderse
sino en el marco de
ese proceso de
integración de los
pueblos, los cuales
no están exentos de
poderosos opositores
de adentro y de
afuera que apuestan
a desgastar estos
proyectos, y cuyas
acciones
destituyentes se han
hecho más visibles
este último año. En
este punto no
podemos dejar de
subrayar los
intentos
desestabilizadores
en toda la región,
contra gobiernos
democráticos
elegidos por el voto
popular, que tienen
en Venezuela, Brasil
y Argentina, su
punto más álgido.
Apuntalar con fuerza
esta etapa, camino
hacia una segunda y
definitiva
independencia
sudamericana, será
una de las mejores
reivindicaciones que
podamos hacer a los
30 mil
desaparecidos.
A pesar de esos
pasos dados hacia
adelante, aún
sufrimos graves
consecuencias del
neoliberalismo
instaurado por los
genocidas y
profundizado como
nunca en la década
de los noventa. El
fin de la pobreza,
la trata de
personas, la
inclusión de todos
los sectores
sociales, la reforma
profunda de las
policías, fuerzas de
seguridad, sistemas
penitenciarios y
servicios de
inteligencia; la
democratización de
la comunicación, la
justicia y la
tenencia segura de
la tierra; el
derecho al aborto
legal, seguro y
gratuito, la
nacionalización de
todos los recursos
naturales y su
manejo
ambientalmente
sustentable, la
reparación histórica
para nuestros
pueblos originarios,
la ampliación de
derechos de los
trabajadores, son
algunos de los
tantos caminos que
tenemos seguir
transitando y para
los cuales debemos
aprender de la
experiencia
histórica acumulada;
pero siempre desde
la comprensión de
que la realidad se
cambia con la
organización
colectiva y la
participación
política.
30 mil compañeros
desaparecidos,
presentes!¡No
olvidamos, no
perdonamos, no nos
reconciliamos!¡Restitución
de los hijos de
desaparecidos
apropiados por los
genocidas!¡Juicio y
castigo para todos
los responsables del
terrorismo de Estado
y sus
cómplices!¡Sentencia
firme para todos los
condenados en
Argentina por
delitos de lesa
humanidad!¡Exigimos
la aceleración de
las causas por
crímenes del
terrorismo de Estado
que todavía duermen
en los
tribunales!¡Exigimos
la destitución del
juez federal
Villafuerte Ruzzo!
¡Exigimos juicio y
castigo para los
responsables
materiales y
políticos de los
asesinatos de Juan
Alberto Delgado,
Rubén Pereyra,
Ricardo Villalba,
Walter Campos,
Yanina García,
Graciela Acosta,
Claudio Lepratti,
Graciela Machado y
Marcelo Paccini,
cometidos en por la
policía de Reutemann
en diciembre de
2001!
¡Repudiamos todo
acto
amedrentamiento,
persecución y
espionaje a
organizaciones
sociales y
populares!
¡No a la
judicialización y
criminalización de
la protesta!¡Cierre
de todas las causas
abiertas contra
luchadores!
¡Repudiamos los
fallos judiciales en
las causa Papel
Prensa, Massot y
Blaquier!
¡Por la aplicación
plena y sin
cautelares
judiciales de la Ley
de Medios!
¡Exigimos el Juicio
y Castigo a los
responsables
materiales y
políticos de los
asesinatos de todos
los militantes
sociales, políticos
y
gremiales!¡Exigimos
justicia para todas
las víctimas de
violencia
institucional!
¡Justicia para
Franco Casco!
¡Exigimos el cierre
del IRAR!
¡Exigimos al Estado
del Vaticano la
apertura de sus
archivos secretos de
la represión asesina
en Argentina y que
sean entregados al
pueblo argentino!
¡Exigimos justicia y
el esclarecimiento
de la desaparición y
asesinato de los
testigos de juicios
contra los genocidas
Jorge Julio López y
Silvia Suppo!
En este año, en el
que se elegirá un
nuevo presidente:
¡exigimos a los
candidatos el
compromiso público
para dar continuidad
de los juicios a los
genocidas!
¡No a los golpes
institucionales
contra los gobiernos
populares de
latinoamérica! ¡Viva
la patria grande!
¡HASTA LA VICTORIA
SIEMPRE!!
ESPACIO JUICIO Y
CASTIGO ROSARIO, 24
DE MARZO DE 2015.
ADHIEREN AL ACTO:
Madres de Plaza 25
de Mayo
Familiares de
desaparecidos /
Asamblea por los
Derechos del Hombre
(APDH) / Colectivo
de ex presos
políticos y
sobrevivientes /
H.I.J.O.S. /
Asociación de ex
presos políticos
HEROES DE TRELEW /
Espacio Verdad y
Justicia por Silvia
Supo / Mesa de la
Memoria por la
Justicia de San
Nicolás / CTA de los
trabajadores de
Santa Fe / CTA de
los trabajadores
Regional Rosario /
Amsafé Provincial /
CGT Nacional -
Secretaría de
Derechos Humanos /
Federación Argentina
de
telecomunicaciones –
Fatel – Sitratel /
Movimiento Evita /
Juventud Peronista
Evita / Frente de
Mujeres del
Movimiento Evita /
La Cámpora /
Instituto de Salud
Floreal Ferrara /
Fundación Corriente
Cultural 1380 /
Centro Cultural La
Chamuyera /
Instituto Justicia
Democrática /
Movimiento GIROS /
Frente Popular Darío
Santillán / Ciudad
Futura / Juventudes
Socialistas de
Rosario / La Junta
Provincial del
Partido Socialista /
Partido Solidaridad
e Igualdad /
Corriente Peronista
Descamisados /
Cooperativa de
trabajadores en
lucha La Toma / El
Puente en La Toma /
Comisión Gremial
Centro Cultural La
Toma / Cátedra Libre
Oscar Massota /
Rosario para la
Victoria / Culb
Atletico Newell' Old
Boys / Departamento
de filiales /
Departamento
Solidario jornada de
cancha de todos
lados todos los
barrios / Agrupación
Militancia Leprosa /
Movimiento de
Pertenencia Leprosa
/ Agrupación gremial
Trabajadores por la
transformación
judicial / Nuevo
Encuentro /
Agrupación La
Masotta / Sindicato
de Prensa Rosario /
Club Atlético
Rosario Central /
Agrupación Crece /
Encuentro de
producción
Docente/Graduados de
la facultad de
psicología /
Coordinadora Mujeres
de Negro Argentina /
Agrupación de
Psicólogos COLEGIO
ABIERTO / Federación
de Estudiantes
Secundarios / Unión
de Estudiantes
Secundarios /
Movimiento Terciario
Evita / Movimiento
Universitario Evita
/ Agrupación
"Rodolfo Ortega
Peña". Facultad de
Derecho / Frente
Universitario
Popular. Facultad de
Ciencias Exactas,
Ingeniería y
Agrimensura
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