LA TRAMA
SECRETA DE LA CORRUPCIÓN Y LA IDEOLOGÍA
DE LA DERROTA
En el
marco de la presentación del libro
"Matar para robar, luchar para vivir",
de Carlos del Frade, el cineasta Fernando
Pino Solanas habló de su reciente película,
"Memoria del Saqueo". Una cruda
denuncia sobre la mafiocracia, la ideología
de la derrota, el terrorismo de mercado y
la traición como paradigma político.
Toda una síntesis de los últimos
30 años de historia argentina.
La
historia del terrorismo de Estado fue el prólogo
de otra historia. Sin esa historia fue imposible
hacer desaparecer el patrimonio nacional.
¿Cómo fue posible que nos robaran
el patrimonio público? Un patrimonio
acumulado por generaciones de argentinos.
¿Cuál fue la trama oscura y
secreta de la corrupción? Esa trama
es la mafiocracia: un fino sistema con analistas,
economistas iluminados, auditores, abogados,
bajo el paraguas de altos jueces, con banqueros,
funcionarios, legisladores, y con el visto
bueno de los grandes organismos financieros
internacionales. Esa trama permitió
que a nuestro país le multiplicaran
la deuda por tres, le robaran el patrimonio
público, y le robaran los derechos
sociales que a lo largo de un siglo los trabajadores
habían construido. Esta es "Memoria
del saqueo". Una memoria terrible. Una
película trágica.
Esa historia no pudo realizarse
sin la metodología de la traición.
Lo astuto del sistema fue primero liquidar
a la generación más llena de
ideales, y más combativa. Liquidar
a los militantes sociales y sembrarnos de
terror, para que desembarcaran a comprar conciencias
y transformar lo que eran causas nobles de
independencia nacional, de justicia social
y de soberanía política, en
instrumentos venales al servicio de la traición
del país. Esa fue la metodología
de la traición como paradigma del accionar
político. Y una ciudadanía terminó
estafada en sucesivos comicios desde la dictadura
hasta el presente.
Todo esto nos dejó
el genocidio social. Las estadísticas
oficiales denuncian 35 a 40 mil muertos por
año por desnutrición, enfermedades
curables, vejez prematura, gente que no tuvo
asistencia sanitaria. El otro terrorismo,
el terrorismo del mercado. Ya no venían
las brigadas, ya no era Feced. Más
de 100 muertos diarios. La agresión
silenciosa en democracia. Otra cara de los
crímenes de lesa humanidad en tiempos
de paz. Crímenes diseñados en
las oficinas de Washington del FMI o del banco
Mundial, con la anuencia de los países
que mandan al Fondo y que le dan órdenes.
Por eso "Memoria del Saqueo" plantea
que estos crímenes tampoco pueden permanecer
impunes. Hay que hacer justicia.
"Memoria del Saqueo"
es el otro exterminio, el otro terrorismo,
el que todavía permanece. Argentina
tiene pendiente una causa, de la que no se
habla: la investigación de todos los
delitos cometidos contra el patrimonio público.
Porque un país que no juzga el robo
de lo que es público difícilmente
pueda reconstruir valores de ciudadanía,
y valores de democracia social verdadera.
Y todavía estas llagas están
vigentes. Todavía la mafiocracia ocupa
posiciones de poder.
Todas estas cosas denuncia
"Memoria del Saqueo", que intenta
decirle al espectador que sin participación
popular, sin movilización de los ciudadanos,
de los usuarios, de los consumidores, no hay
destino. No se trata de si fulano es malo
o bueno: esto tiene que ser una actitud permanente,
una cultura del protagonismo y una cultura
de la participación. Y está
claro que la propiedad de lo que es argentino
y lo que son sus servicios tiene que ser pública.
Y el control de la gestión tiene que
estar en manos del pueblo. En manos de sus
usuarios. En manos de sus trabajadores. En
manos de sus técnicos.
El país puede reconstruirse.
Acabemos con la cultura de la derrota. Hacerle
el juego al enemigo es creer que no tenemos
destino. Y la Argentina tiene un enorme destino.
Le sobra riquezas. Lo que necesitamos es cortar
la telaraña que nos inmoviliza. Es
un sentimiento hondo, el de la derrota. Hablás
con cualquiera, y te dice: "Si, tenés
razón Pino, pero ¿vos creés
que será posible?". Esa es la
derrota. Ese es el vigilante interno.
Que no hay posibilidad
de pararse. Que no hay posibilidad de ser
libres. Que somos unos miserables de rodillas.
Que si no acatamos lo que nos dicen nos van
a castigar. Esa es la mentira del enemigo
que nos impone, porque la Argentina fue Argentina
desde que no oyó esa campana. La ideología
de la derrota fue el posibilismo que nos impusieron
de derrota en derrota en estas últimas
décadas. "No, no es posible".
"Esto no va a poder ser". "Gobernabilidad".
Y en ese nombre nos traicionó el PJ,
y nos traicionó esa aventura puerca
de la Alianza y el Frepaso. Posibilismo. País
de rodillas. Ésa Argentina, la de los
perezosos derrotados de rodillas es la que
nos han querido inculcar. Es la que nos hace
sentir que acá no hay destino y que
hay que tomarse el barco. Lo peor es que se
lo toman mal. Porque si yo me tengo que ir
del país exijo indemnización
por despido nacional.
El patrimonio público,
esta entelequia que nadie sabe qué
es, son millones de hectáreas, son
millones de riquezas minerales, que las están
explotando concesiones que las oligarquías
provinciales entregan a las compañías
extranjeras y se llevan oro y metales preciosos
a carradas. Las compañías petroleras
extraen petróleo y gas sin que haya
un inspector, un medidor que lo controle.
Eso es semejante a que nosotros podamos entrar
a los bancos y llevarnos divisas, y a fin
de mes, por declaración jurada, decir
cuánto llevamos. Semejante desaprensión,
desidia y abandono, mientras hay gente que
gana 150 pesos es inadmisible. Y todo este
saqueo es posible porque nosotros lo toleramos.
Porque cuando el pueblo se organiza y moviliza
y gana la calle no lo para nadie. ¿Qué
nos detiene para organizarnos y salir a pedir
justicia por todos los crímenes que
todavía no están saldados? ¿O
pedir justicia para la reparación y
reposición de todo el material concesionado
que nos han robado? ¿O para que se
investiguen los delitos contra el patrimonio
público? Estas son las causas pendientes.
Y de estos temas trata "Memoria del Saqueo".
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