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ROSARIO, AGOSTO DE 2004. AÑO
I. Nº 4.
Escriben:
. Víctor Heredia
. Pablo Álvarez
. Antonela Scocco
. Ariel Palacios
. Mariela Vaquero
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Editorial
por Madres de Plaza 25
de Mayo
A lo largo
de estos años escuchamos preguntas
de quienes no entienden, o prefieren no entender,
las razones de nuestra obstinada presencia
en las calles, en las plazas, exigiendo justicia.
Muchas veces esas preguntas se convierten
en sentencias: "En lugar de ocuparnos
de los muertos deberíamos trabajar
por los derechos humanos de los vivos".
La frase del ex presidente Eduardo Duhalde
no hizo más que confirmar la certeza
que nos anima a seguir: recordar no es pura
nostalgia. La memoria molesta a los poderosos,
porque habla de los negocios de unos pocos
en el presente.
Vergüenza, Vergüenza
con mayúsculas. Esa es la palabra que
hoy nos surge ante el fallo de la Cámara
Federal de Rosario que excarceló al
represor Carlos Sfulcini, acusado de 15 hechos
de privación ilegítima de la
libertad seguida de amenazas y tormentos.
Sfulcini es uno de los responsables del centro
clandestino de detención conocido como
"La Quinta de Funes", de lo que
da cuenta testimonios como el de Jaime Dri,
sobreviviente de ese centro de detención,
y el del represor Gustavo Bueno. Este pacto
con la impunidad de la Cámara rosarina
es proporcional al pacto con la impunidad
a nivel nacional, que excarcela a represores
como Bergés. Repudiamos el fallo de
esta Cámara, cuyos integrantes ya adelantaron
que las leyes de Punto Final y Obediencia
Debida son resoluciones firmes.
Hoy, Las Madres decimos
que se hace necesario, más que nunca,
salir a las calles y no permitir que la impunidad
sea inmutable.
En estos días también
hemos recibido una buena noticia. La condena
a 14 años de cárcel al agente
Esteban Velázquez, el policía
que disparó y dio muerte al querido
militante social Claudio "Pocho"
Lepratti. Este acto de justicia se produce
al mismo tiempo de la llegada a Rosario de
la Comisión de Derechos Humanos de
la Cámara de Diputados de la Nación,
gestionada por la Comisión Investigadora
No Gubernamental de los hechos de diciembre
de 2001.
Pero también decimos
que el agente Velázquez no es el único
integrante del aparato estatal santafesino
responsable de esa masacre. El actual Jefe
de Policía de Rosario, comisario mayor
José Manuel Maldonado, fue acusado
de encubrimiento en el asesinato de Claudio
Lepratti. El 19 de diciembre de 2001 Maldonado,
como Jefe del departamento Judiciales de la
URII, firmó un acta donde acusaba a
Lepratti de resistencia a la autoridad, intentando
"justificar" su asesinato.
Tampoco debemos olvidar
a los responsables políticos de aquellos
hechos. Desde el entonces Gobernador Reutemann,
hoy tranquilo en su banca de Senadores, hay
muchos nombres de quienes son los verdaderos
culpables.
Sólo nuestra movilización
en las calles, nuestra lucha, nuestra presencia,
garantizará la cárcel para todos
los asesinos y sus cómplices.
No sólo hablamos
del presente, estamos hablando del futuro.