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ROSARIO, FEBRERO DE 2005. AÑO
II. Nº 7.
Escriben:
. Mirta Sellarés
. Carlos del Frade
. Antonela Scocco
. Pablo Álvarez
. Jorge Cadús
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Editorial
por Madres de Plaza 25
de Mayo
El año
2004 terminó consagrando impunidades.
Mientras en las cárceles se multiplican
los presos políticos, mientras 3.000
compañeros son procesados por una lucha
justa, Carlos Alberto Reutemann, Lorenzo Domínguez
y Enrique Álvarez, responsables políticos
de los asesinatos de diciembre de 2001, siguen
libres. Pero no pueden seguir impunes. A pesar
de que el actual Gobierno Provincial hace
oídos sordos a los reclamos y a las
movilizaciones populares.
Sobre finales del calendario, el mismo 2004
nos golpeó una vez más: 192
jóvenes y niños asesinados en
el barrio de Once de Buenos Aires, en el boliche
República de Cromagnón. La cara
oculta de estas muertes es un sistema político
donde coima, trenza y corrupción son
moneda corriente. Es necesario que Aníbal
Ibarra, jefe de Gobierno Porteño, y
desde él para abajo todos los responsables
políticos, abandonen sus cargos. No
hace falta una revocatoria de mandato: hace
falta Ética. Y esto no es hacer el
juego a sectores que presionan por un golpe
de derecha, como quienes responden a Mauricio
Macri. El pueblo se moviliza porque quiere
que paguen los responsables. No olvidemos
que el mismo Aníbal Ibarra, después
del incendio, nombró al frente del
área de seguridad a Juan José
Álvarez, responsable de los asesinatos
de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
Finalmente, el 30 de diciembre se nos fue
una Madre de la Plaza: María Irma Molina.
Irma tenía dos hijas desaparecidas,
dos hijas que lucharon por un mundo mejor,
por un mundo solidario.
Va a ser este año 2005 un año
duro. Con luchas. Con movilización
popular. Con esta insistencia en las mismas
ideas. El Gobierno nacional debe dejar de
lado su doble discurso. Debe construir verdaderamente
una alternativa junto al pueblo. Como lo han
hecho Venezuela y Uruguay. Junto a ellos.
Debemos cerrar los acuerdos del Mercosur.
Debemos frenar el Alca. Debemos denunciar
y no ser cómplices de las intromisiones
de los gobiernos obedientes de EEUU. Debemos
denunciar este verdadero Plan Cóndor,
puesto en marcha para secuestrar en las calles
de Caracas al líder de las Farc, Rodrigo
Granda. Debemos oponernos al pedido del Gobierno
de Chile, que quiere extraditar al ex-dirigente
del Frente Patriótico Manuel Rodríguez,
Sergio Galvarino Apablaza Guerra, detenido
en nuestro país a pedido del Gobierno
de Lagos.
Redoblar nuestro compromiso
es el desafío que tenemos por delante.
Este 24 de marzo nos tiene que encontrar en
las calles, luchando, denunciando a los asesinos
y a los responsables de que esos asesinos
sigan libres.
Para que Irma y sus hijas vivan, junto a nosotros.
Para que los sueños de los desaparecidos
sigan ardiendo en treinta mil hogueras de
pueblo.