Más de 12.000 personas
participaron de la movilización que
el miércoles 24 de marzo recordó
un nuevo aniversario del Golpe de Estado de
1976. La multitudinaria marcha partió
desde Plaza San Martín y desembocó
en el Monumento Nacional a la Bandera, donde
se realizó el acto central, y se leyó
el documento consensuado entre un centenar
de organizaciones políticas, sociales,
gremiales y de Derechos Humanos.
Y
los pañuelos al frente, con el enorme
cartelón "Madres de Plaza 25 de
Mayo" quemando las calles. Más
de diez cuadras. Un kilómetro. Más
de diez cuadras de caras, manos, banderas
y cantos. Más de diez cuadras de abrazo,
pasos y consignas. Algo así como un
kilómetro de gente. De memoria viva
y justicia al acecho. Fue el 24 de marzo,
cuando la tarde ya se despedía. Veintiocho
años después del golpe militar
de 1976. Después vino la inundación
de colores en el Patio del Monumento. Y Darwinia
Gallichio y José Rigatusso poniendole
voces al documento que comenzó, una
vez más, con la convocatoria a los
30.000 detenidos desaparecidos.
Pero el estallido de la
memoria comenzó temprano el 24. Por
la mañana, las Madres y Abuelas rosarinas
participaron del Acto de Izamiento de la Bandera,
juntos a las autoridades municipales. Después
partieron hacia el Bosque de la Memoria, en
el Parque Scalabrini Ortiz. Allí, con
la luminosa presencia de alumnos de varias
escuelas de la ciudad, se plantaron nuevamente
los árboles en homenaje a los militantes
desaparecidos, se restituyó la placa
que recuerda a las víctimas de la dictadura
militar y se colocó una nueva placa,
con los nombres de los muertos durante las
movilizaciones de diciembre de 2001.
Tal vez en el mismo momento
en que en la "nueva" Jefatura de
Policía rosarina, los cuadros de los
jefes policiales de la dictadura Agustín
Feced, Félix Pallavidini y Rodolfo
Riegé abandonaban sus lugares, tal
vez a esa misma hora, se comenzó a
poblar la Plaza San Martín de máscaras.
Rostros sin rostros. Espejos de nuestra propia
historia. Y comenzaron a llegar los primeros
metros del kilómetro que inundaría
más de una hora después el Monumento.
En ese marco, se realizó un homenaje
a la dirigente sindical asesinada el 27 de
enero pasado, Sandra Cabrera, donde se exigió
"el esclarecimiento del crimen, juicio
y castigo a los responsables" y se denunció
que "siguen los aprietes por parte de
la policía a las trabajadoras sexuales".
Orillando las siete de la tarde la movilización
comenzó a desandar por calle San Lorenzo
hacia el río. La ronda, el abrazo a
la Plaza 25 de Mayo, desde donde cada jueves
"se da cuerda al universo", anticipó
la llegada al Monumento.
Y en Córdoba y Buenos
Aires, el grito que sube por los cordones,
sube por las baldosas prolijas, limpias, sube
por las paredes de la Catedral, sube por la
policromía del Vía Crucis, se
pega a la madera gastada de los bancos, a
las placas recordatorias, explota en la cúpula
central, explota en los oídos, explota
en astillas saladas, en imágenes de
otras crucifixiones cercanas, estalla hasta
matar el silencio. "¡Ustedes callaron
/ cuando se los llevaron!".
Después, la inundación.
Y las voces de Darwinia y José. "El
Golpe de estado del 24 de marzo de 1976 fue
producto de la decisión de los grupos
económicos monopólicos de nuestro
país, asociados con el capital financiero
internacional, con el propósito de
frenar el auge de las luchas populares de
la década del 70, e imponer un siniestro
plan económico en perjuicio del pueblo.
La dictadura militar fue el brazo ejecutor
de ese proyecto de terrorismo de estado...".
El documento que dio marco al acto sostiene
que el juez federal Omar Digerónimo
"no ha citado a indagatoria ni detenido
a ningún represor, pese a que cuenta
con sobrados elementos como para hacerlo,
y siendo que las llamadas 'leyes de perdón'
ya no son obstáculo alguno". Pide
además el juicio y castigo a los responsables
de las muertes de diciembre de 2001, el crimen
de Sandra Cabrera y las muertes por gatillo
fácil; rechaza el pago de la deuda
externa y exige la defensa de la educación
y salud públicas.
Y las Madres, como siempre,
durante los últimos 27 años
de historia. Y un abrazo de más de
un kilómetro de caras. De manos. De
espejos rotos que se van soldando, lentamente.
Un kilómetro de ausencias jamás
borradas. De memoria y justicia en acecho.
Reclamos
El documento leído
en el acto central del 24 de marzo denuncia
"la inacción y desidia en
la conservación para la memoria
histórica de todos los que fueron
centros clandestinos de detención
como La Calamita, El Pozo, La Intermedia,
La Quinta de Funes, El Castillo, El
Comando del 2º Cuerpo, La Ribera,
etc. Como así mismo la contradicción
entre la recuperación para el
campo popular de la ESMA en Buenos Aires
y la demora y falta de decisión
política en el ámbito
provincial y municipal para recuperar
el Comando del 2º Cuerpo (e instalar
allí el Museo de la Memoria),
La Calamita y El Pozo".
El texto que dio
marco a la movilización también
señala "las nulas investigaciones
en los casos de amenazas contra compañeros
de organismos de derechos humanos"
y "la falta de responsables por
la masacre de la Comisaría 25ª".
En otro de sus párrafos, el documento
sostiene que "otros sectores que
han visto violados sistemáticamente
sus derechos humanos son los inundados
de la ciudad de Santa Fe, a los que
se los quiere indemnizar mediante una
ley que constituye una farsa jurídica".
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