El silencio del arzobispado rosarino
por Carlos del Frade

EL PROYECTO DE MARTÍNEZ DE HOZ (SEGUNDA NOTA)

Guillermo Bolatti, arzobispo rosarino, sabía de la represión desatada en Villa Constitución a partir del 20 de marzo de 1975 y no hizo nada para aliviar la situación de los perseguidos, y se negó a respaldar al obispo de San Nicolás, Carlos Ponce de León, asesinado dos años después. Esto se desprende de las investigaciones que se llevan a cabo en el juzgado federal de San Nicolás a cargo del doctor Carlos Villafuerte Russo.

 

 

La complicidad

"Es necesaria la reivindicación del obispo Ponce de León", empieza diciendo Raúl Vacs, sobreviviente de las mazmorras del terrorismo de estado en San Nicolás, histórico dirigente del Partido Comunista y hoy militante por los derechos de los jubilados. Su testimonio habla de la labor del obispo asesinado el 11 de julio de 1977, en cercanías de Ramallo, cuando Villa Constitución sufrió la invasión de cuatro mil integrantes de la policía federal, patotas del sindicalismo de derecha, grupos de la policía santafesina y personal de los Comandos del Ejército, tanto de Buenos Aires, como de Santa Fe.
-Me contacté con él a partir de aquella primera experiencia fascista en la Argentina que fueron los hechos de Villa Constitución. Yo estaba, en esos días de la invasión de la ciudad vecina a San Nicolás, en España. Pero mi hijo estaba en la casa de un amigo, de Raúl Horton que era fotógrafo. Ese día, el 20 de marzo de 1975, tuvieron que cobijarse debajo de una mesa por el ruido infernal de balas, los estruendos sobre los techos de zinc, las puertas violentadas. Fue una noche de terror. El hijo de mi amigo, obrero y delegado de Acindar, pudo escapar de esa represión junto a Segovia, el único integrante de la comisión directiva del sindicato que siguió en libertad. Raúl Horton hijo, entonces, comenzó a promover un comité de lucha por los presos de Villa Constitución. Hablé con él en Rosario. Y me pidió que hiciéramos todo lo posible para hablar con Alberto Rocamora, el entonces ministro del Interior del gobierno de Isabel Martínez de Perón. La idea era que Rocamora ofreciera garantías para hacer una entrevista con ellos y que, de paso, cuidara la vida de los activistas. Nosotros hicimos un comité de ayuda en San Nicolás y en eso debo reconocer el notable papel que tuvo el intendente radical de entonces, Atilio Parodi. Las reuniones se hacían, justamente, en el local de la UCR.
Entonces decidí entrevistarme con monseñor Carlos Ponce de León. Cuando lo fui a ver tuve que eludir la presencia de monseñor Mancusso que era el prototipo de la iglesia reaccionaria, todo lo contrario de Ponce. Al fin pude llegar hasta él y le expliqué el problema. "¿Cuándo tendría que viajar para entrevistarme con Rocamora?" me preguntó el obispo. "Ayer" le dije. "No, ni ayer, ni hoy. Mañana. Porque primero tengo que entrevistarme con el obispo de Rosario porque Villa Constitución pertenece a la diócesis de Rosario. Yo sé que se va a oponer. Pero necesito no pasar por encima de él. Como sé que me va a decir que no, mañana viajo a verlo a Rocamora". Y lo hizo. "No tuvo ni la entrevista ni las garantías”, contó Raúl Vacs.

Bolatti, en tanto, tenía como secretario al sacerdote Héctor García, el mismo que tiempo después exigiría regalos a los familiares de los desaparecidos que buscaban información sobre el destino de sus seres queridos. Treinta años después, el arzobispado rosarino todavía no ha hecho ninguna autocrítica sobre su complicidad con el terrorismo de estado e incluso ha promovido a Eugenio Zitelli, capellán de la policía rosarina, al rango del monseñor, aprobado desde el Vaticano. Ahora hay que sumarle, después de la declaración de Vacs, su desprecio por la suerte de un verdadero obispo cristiano como Carlos Ponce de León.

 

Las causas en San Nicolás


Juan Murray es el fiscal subrogante del juzgado federal de San Nicolás, a cargo del doctor Carlos Villafuerte Russo. Es quien está produciendo la prueba necesaria sobre los hechos que comenzaron a configurar el terrorismo de estado desde la invasión a Villa Constitución, en marzo de 1975 hasta 1983. En diálogo con este cronista apuntó que desde agosto de 2004 requirieron "la reapertura de todas las causas relativas a la represión ilegal instaurada en nuestro país entre 1975 y 1983 en todo el área que configuraba la vieja jurisdicción del juzgado de San Nicolás, que estaba comprendida por los partidos de San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Baradero, Arrecifes, Campana, Capitán Sarmiento, Zárate, Pergamino, Rojas y Colón", sostuvo. Agregó que ya existen pruebas testimoniales que se incorporan en los diversos legajos aportadas por familiares de las víctimas que se presentaron como querellantes particulares. A manera de ejemplo relató que en la causa Di Pasqua, la causa madre, se presentó Alba Lancilloto, que es secretaria de Abuelas de Plaza de Mayo. También están los testimonios de Claudio Novoa y Gastón Gonzálvez, en una matanza ocurrida en 1976 en calle Juan B. Justo, en San Nicolás; y las hermanas de Osvaldo Cambiasso, requiriendo la reapertura de la causa. Allí estuvo imputado Luis Abelardo Patti.
Apuntó que "tiene una gran importancia la causa del obispo Ponce de León. Una causa especial que condensa todo lo que sucedió en ese período en esa jurisdicción, norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe. Vamos reconstruyendo la relación entre todos los poderes económicos de la zona con la represión ilegal. Simples ciudadanos, laicos y religiosos están aportando testimonios muy importantes sobre la pastoral de Ponce de León. Se trataba de una personalidad notable. En San Nicolás hay una imagen de Ponce de León que pertenecía a una casta privilegiada o que tenía cierto espíritu conservador. Sin embargo, lo que vamos reconstruyendo, indica todo lo contrario. Una persona absolutamente crítica a las situaciones de injusticia, de acumulación de poder y dinero y creemos que en todo eso está la causa de la muerte de Ponce de León", afirmó.
En relación a la participación de policías y militares de la provincia de Santa Fe, Murray destacó que "no solamente en Cambiasso Pereyra Rossi o en el quíntuple homicidio en San Nicolás, se ha determinado una comunicación fluida y una información proveniente del servicio de informaciones de la policía de la provincia de Santa Fe que se hizo presente en San Nicolás y que intervino en la matanza juntamente con personal de la policía federal, de la bonaerense y directamente coordinada por la jefatura del área militar 132 que estaba a cargo del teniente coronel Saint Aman. Eso se ha determinado y documentado en la causa. Y también por documentos de la época, de 1976. Toda la información y apoyo directo provino de la policía de Santa Fe bajo las órdenes del Segundo Cuerpo de Ejército", remarcó el fiscal.

 


 

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